Un muchacho de catorce años se ha convertido en el primer jugador de un popular videojuego que utiliza sólo su pensamiento para ejecutar los movimientos sobre la pantalla del ordenador.
El adolescente, del área de St. Louis, ha logrado esta proeza gracias a un singular experimento conducido por un equipo de neurocirujanos, neurólogos e ingenieros de la Universidad de Washington en St. Louis.
El muchacho, que sufre de epilepsia, es el primer adolescente que juega con un videojuego bidimensional utilizando tan sólo las señales de su cerebro para hacer los movimientos. El videojuego es el Space Invaders (Invasores Espaciales), de Atari, uno de los videojuegos más populares de finales de los años 70.
Poner sujetos a mover objetos usando sólo sus cerebros tiene implicaciones que algún día serán la base para fabricar dispositivos biomédicos que puedan controlar miembros artificiales, permitiendo a los discapacitados mover brazos o piernas protésicos con sólo desearlo, igual que harían con sus miembros naturales.
El adolescente tenía unos electrodos para grabar las señales cerebrales superficiales, una técnica mediante interface cerebro-máquina que utiliza datos de actividad electrocorticográfica (ECoG), que son tomados invasivamente desde la superficie del cerebro. Los ingenieros programaron el juego de Atari para interactuar con el sistema.
Eric C. Leuthardt, profesor de cirugía neurológica, y Daniel Moran, profesor de ingeniería biomédica, realizaron la investigación sobre el joven aprovechando que tenía implantados los electrodos para que los neurólogos y neurocirujanos pudieran encontrar el área en su cerebro que actuaba como foco para los ataques de epilepsia, con la esperanza de solucionar quirúrgicamente el problema y evitar futuros ataques. Para lograr esto, el muchacho y sus doctores, Mathew Smyth y John Zempel, tenían que esperar a que se produjese un ataque.
Con la aprobación del paciente y de sus padres, Leuthardt y Moran conectaron al adolescente a una sofisticada computadora ejecutando un programa especial.
Luego le pidieron al muchacho que hiciera varias tareas motoras y de lenguaje, moviendo sus manos en diferentes direcciones y hablando. El equipo pudo ver, en los datos que recibían del cerebro, qué partes del mismo y señales cerebrales se correlacionaban con estos movimientos.
Después le pidieron al joven que jugara una partida de Space Invaders moviendo tan sólo sus manos y la lengua.
Más tarde, se le pidió imaginar los mismos movimientos, pero manteniendo inmóviles lengua y manos. Cuando el chico vio el cursor en el videojuego, lo controló usando tan sólo su pensamiento.
El muchacho terminó todo el primer nivel básicamente usando sólo control cerebral. Y aprendió casi instantáneamente a usarlo. Luego le dieron una versión con un grado mayor de dificultad, y terminó dos niveles valiéndose sólo de su mente.
En 2004, Leuthardt y Moran lideraron un equipo que fue el primero en realizar esta investigación en pacientes adultos. Pero les interesaba obtener datos de un adolescente para ver si existe alguna diferencia entre cómo operan los adolescentes y cómo lo hacen los adultos.
Leuthardt admite que aún es pronto para hacer comparaciones, porque sólo tienen un conjunto de datos de adolescentes. Pero reconoce que observaron reacciones más rápidas en el muchacho. También comprobaron que tenía un nivel más alto de precisión en el control de los movimientos; por ejemplo, no se movía tan sólo a derecha o izquierda, sino que podía regular el desplazamiento hasta sólo un poco a la izquierda o un poco a la derecha.